Cuestión de confianza

La base húngara Katalin Honti | TWC
En la última final de la Copa de la Reina, la base húngara, Katalin Honti, no disputó un solo minuto. La jugadora, por aquel entonces, del Ciudad Ros Casares no entró en los planes de la rotación de Roberto Íñiguez y tuvo que ver, desde el banquillo, cómo a las valencianas se les escapaba el título, tras la derrota ante el Perfumerías Avenida. El día anterior, en el duelo de semifinales ante el Rivas Ecópolis, disputó cerca de diez minutos, pero su influencia en el juego fue poco determinante, y ni siquiera lanzó a canasta en un encuentro que finalizó con casi todos sus números a cero.
No obstante, en su segundo año en España, la situación ha cambiado de forma radical para la húngara. Su fichaje por el Rivas Ecópolis ha sido un bálsamo que ha calmado sus ganas de ser importante para el
equipo. Honti salió de Valencia, antes de que se viniese abajo el proyecto del Ros Casares, bajo el auspicio de Miguel Martínez Méndez, que le otorgó la batuta del equipo desde el primer momento. El resultado fue una primera vuelta impoluta para las madrileñas.
Además, desde el club, parecen encantados con el carácter, con la actitud y con el trabajo de Katalin Honti, que está duplicando sus números del año pasado y que se ha consolidado como una de las grandes bases de la Liga. Capítulo aparte merece su mejoría en el lanzamiento exterior. De un pobre 18% en tiros de tres que promedió en la 2011-2012, la húngara mantiene este año una media del 47,5% de acierto.

Kata Honti dirige en el escenario de la Copa de la Reina, el Ángel Nieto | TWC
Sin embargo, los números quedan ahora aparcados. Se acerca el momento de la verdad, el tramo de la temporada en la que el Rivas Ecópolis tendrá que demostrar que su gran temporada no es un fuego de artificio y que puede plasmar su juego atractivo y eficaz en títulos. Una vez eliminadas de la Euroliga, la Copa de la Reina y la Liga Femenina son los objetivos innegociables para Honti y su equipo. Esta vez, ella será importante. En esta ocasión, acierte o falle, la pelota volverá a sus manos. Cuestión de confianza.