El dilema de las ventosas y Michael Phelps

En estos últimos días se ha hablado mucho de las famosas «ventosas terapéuticas» de Michael Phelps y otros atletas olímpicos para el tratamiento de molestias o lesiones musculares.
¿Cuál es el propósito del vacío que provocan las ventosas y de sus consecuentes hematomas en la piel?
Cuando tenemos una disfunción, especialmente musculoesquelética, se produce un proceso inflamatorio y de reparación para intentar solventar esa situación. Teniendo esto en cuenta, las ventosas van a provocar un daño a nivel subcutáneo (los hematomas son la prueba de fuego) para intentar crear un nuevo proceso de regeneración sobre la zona de molestia del deportista y que el cuerpo solucione el daño provocado por las ventosas y el daño adyacente (el problema muscular por el que acude el deportista).
¿Es efectiva? En diferentes estudios con evidencia científica se concluye que el efecto mecánico a nivel muscular es mínimo, sin embargo, el efecto placebo puede llegar a ser significativo.

Ventosas «terapéuticas» colocadas sobre la espalda de Michael Phelps | Captura NBC
Como fisioterapeuta considero que es una técnica que trata de solventar un problema haciendo un daño al cuerpo para que este desencadene un nuevo proceso de recuperación para el daño producido por las ventosas y ya de paso solucione el que tenía el paciente. Es decir, matar moscas a cañonazos.
En definitiva: Si la técnica no genera un daño mayúsculo al paciente y este confía plenamente en la técnica probablemente tengamos resultados satisfactorios a pesar de no ser una técnica con evidencia científica. Considero que debemos ser más específicos en los tratamientos e intentar trabajar sobre el problema del paciente sin necesidad de provocar otros nuevos.