Hola, entreno en un gimnasio, ¿y tú?

¿Lograremos estar así si voy a un gimnasio?
¿Alguna vez se ha parado a pensar en la denominación de los términos que se utilizan en el mundo del culturismo, el fitness, o simplemente el gimnasio como tal? Si no lo han hecho, háganlo, porque les sorprenderá. Todo el que entrena en un gimnasio, ese local lleno de personas preocupadas por su físico y su salud, entre las cuales me incluyo, sabe de lo que estoy hablando.
Primeramente, para empezar a entrenar en un gimnasio hay que tener una rutina, algunos se preguntarán: ¿una rutina, pero qué es eso? pues bien, una rutina es prácticamente el seguimiento de ejercicios y dieta durante una semana. Ella se compone de una tabla de ejercicios, ¿una tabla? pero… ¿cómo, de madera? Una tabla es una lista de ejercicios que están compuestos por series y repeticiones que se diferencian dependiendo del día de la semana y el músculo que toque entrenar. Por ejemplo:
- Lunes: entrenamiento de pecho y tríceps.
- Martes: hombro.
- Miércoles: descanso.
- Jueves: pierna.
- Viernes: espalda y bíceps.
A partir de aquí, que es lo básico y lo que casi todo el mundo sabe, intervienen una serie de términos que las personas ajenas a este deporte nunca llegarían a comprender mientras no lo vivan en sus propias pieles.
Todos los que sabéis de lo que estoy hablando, entenderéis que en el gimnasio hay diferentes fases por las que el cuerpo pasa y a las que se somete bajo estrictos ejercicios y dietas.
Una de ellas es la llamada fase de volumen, que a toda persona ajena le vendría a la cabeza decir que estamos hablando del sonido, de música o de simplemente del botón que utilizamos para subir o bajar la intensidad del ruido de un aparato electrónico; ya sea TV, radio, Smartphone, etc. Pues no, van totalmente desencaminados, la fase de volumen consiste en aumentar la masa muscular del cuerpo de la persona que está realizando el entrenamiento, en otras palabras, es empezar a dejar de ser un flacucho del que se reían cuando veían por la calle y empezar a ser un hombre en condiciones, un hombre de buen aspecto físico, un galán, un sex-symbol para muchas féminas. Esta tan sólo es una de las fases.
Otra de ellas es la fase de definición, y sí señores, así se llama: definición. Según la RAE, (Del lat. definitĭo, -ōnis) es la acción y efecto de definir. O también la proposición que expone con claridad y exactitud los caracteres genéricos y diferenciales de algo material o inmaterial. Y en verdad, es eso precisamente pero aplicándolo a la fisionomía del cuerpo humano. Muchas veces hemos oído decir: «ese chico está muy definido y fibroso». Y es que, la definición, es la fase en la que el objetivo es conseguir que el cuerpo llegue a sus límites de liberación de grasas para dejar al descubierto todos los músculos, sin que intervenga la grasa, uno de los peores enemigos en la vida de un deportista. Para ello no se necesita sólo comer sano y bajo en grasa, sino reducir las cantidades y aumentar el número de comidas diarias y compaginarlo con un entrenamiento específico al cuál se denomina definición.
Este es el primer capítulo de una serie de artículos donde iré desgranando las curiosidades de un gimnasio y el mundo que lo rodea.