‘Volvemos’ por Carla Casals

Carla Casals con su medalla

Carla Casals recibe la medalla de bronce en el Mundial de Montreal
Ayer me quedé dormida escribiendo esto, así que lo dejo tal cual se quedó, para que sea más auténtico:
Son muchas las emociones acumuladas y tantos los sentimientos incontrolables experimentados en los últimos días: la película que te hiciste antes de que sucedan las cosas, la que todos inventamos siempre, de estreno exclusivo y privado, luego nunca es la misma para la que pagamos entrada… La verdad es que la realidad suele superar la ficción, ¿no crees?
Escribir ahora, después de un Mundial de plata y de bronce, un increíble road trip en la mejor de las compañías, 30 horas sin dormir y haber cruzado el charco, puede que no sea la mejor idea del mundo, pero me parece agradable. ¿Sabes por qué? Pues porque como estoy un poco zombi y fuera de servicio no le doy muchas vueltas a lo que estoy diciendo (aunque normalmente ya es así, suelo decir lo que pienso, y luego pienso en lo que he dicho y sus consecuencias, o más bien en cómo lo he dicho y sus efectos a otros…).
En definitiva, me siento como desorientada. Ahora que ha pasado todo, se asoma el abismo de la nada y de la duda. Vuelven a mi mente los últimos metros de un 100 mariposa, la sensación de haberlo entregado absolutamente todo y la incredulidad de haberlo conseguido.
Si lo piensas bien no deja de ser gracioso: todas tus ilusiones depositadas en algo tan absurdo como una distancia y absolutamente efímero como el tiempo en que la recurres. Luego vivimos durante muchísimo tiempo de lo que nos ha dado tan sólo un minuto de nuestra vida… ¡Menuda tontería a la que me aferro como a un clavo ardiendo! Pero ha sido tan bonito, nos ha hecho tan felices…. Y hablo en plural porque el hecho de compartirlo es lo que lo hace inolvidable y auténtico: allí con compañeros, mi entrenador y amigo, mi fisio y amigo, (abrazos que dicen muchas cosas y que no acabarían nunca). Toda la buena gente que te rodea y se alegran por ti y te felicitan pensando: “por fin lo ha conseguido” son felicitaciones sinceras y de corazón. Ser consciente de que a miles de kilómetros está la familia brindando a mi salud y tan emocionados como yo, todo eso es algo maravilloso.
En fin… Un minuto de tu vida tiene la capacidad de cambiar tu manera de soñar, es decir: tu manera de vivir, los pasos que vas a dar.
Ha sido muy intenso y estoy muy agradecida.