Alexandria «Allie» Quigley

Allie Quigley lanza un tiro libre en Würzburg | TWC
La americana Alexandria «Allie» Quigley demostró que con trabajo y sacrificio se puede llegar a lo más alto. No hace falta jugar en equipos de primera fila para hacerlo. Ayer, en el Pabellón de Würzburg, dio toda una lección de baloncesto, de ese puro baloncesto que tanto se echa en falta: defensa, tiro, penetración, visión de juego, paciencia; perfecto cóctel para llevar a su equipo a la Final Eight.
Nació el 20 de junio de 1986, se graduó en la Universidad de DePaul, ha jugado en la WNBA (Phoenix, Indiana, San Antonio y Seattle) y , los tres últimos años los pasó en el Pécs magiar. El año pasado adquirió la nacionalidad húngara y ya ha debutado en partido internacional.
Felicidades a la americano-húngara y a las eslovacas del Good Angels Kosice, ayer sí fueron ángeles buenos, pero el verdadero ángel fue Allie.