La tormenta perfecta

Josep María Bartomeu, presidente del F.C. Barcelona | rtve
No es cierto que la Ciudad Condal sea uno de los lugares donde más llueva durante todo el año pero durante esta temporada el temporal está siendo más que destacable. Es un año donde las ciclogénesis informativas están amontonando carpetas en los medios de comunicación llenas de todo tipo de documentos del club culé. Lo que se conoce comúnmente como un ‘polvorín’.
No es que el mal rollo sea la tónica general en el vestuario blaugrana, es más, los jugadores siguen con la cabeza agachada sin querer enterarse de nada y consiguiendo mantener aspiraciones más que reales aún en todas las competiciones.
Pero este año los despachos del Fútbol Club Barcelona están teniendo trabajo a destajo. Ahora viene la FIFA y les multa sin poder fichar durante las dos próximas aperturas del mercado por cometer irregularidades con los traspasos de jugadores menores de edad. Adiós a los dos centrales, a Ter Stegen y a todos aquellos que se estaban comiendo las uñas porque sabían que tenían el ojo culé acechando. Adiós.
Una multa con precedentes
Este tipo de sanción es una técnica que está llevando a cabo la FIFA en los últimos tiempos. El pasado 5 de marzo ya multó a varios equipos uruguayos y argentinos, como Independiente y Racing Club, de la misma forma, pero esta vez por realizar fichajes ‘puente’. Es decir, adquirían jugadores y luego los vendían a otros clubs sin que llegaran a poner un solo pie en el terreno de juego. La FIFA multó económica y disciplinarmente a estos clubs con sanciones que variaban entre los 17.000 y los 56.000 dólares y el no poder fichar durante dos temporadas consecutivas completas, como es el caso del Sud América de Uruguay, porque, según la FIFA, “estos traspasos no tenían nunca fines deportivos”.
Por tanto, el club culé añade una estocada más a las que ya desde el julio del pasado año viene acumulando. Por tirar de memoria, el equipo catalán está magníficamente sobreviviendo a marchas de entrenadores, renuncia de contratos por jugadores emblemáticos, dimisión de presidentes, exposición inédita de los contratos y todo ello en un periodo de tiempo más que corto. A pesar de ello, el equipo blaugrana se encuentra segundo clasificado a un punto del líder, clasificado para la final de la Copa del Rey y con opciones de pasar a semifinales de la Champions League.
Parece que después de tantos años de buenas noticias, las malas se han ido acumulando y todas han surgido durante esta temporada. A pesar de ello, la consecución de algún título podrá tapar la situación actual pero sólo con el paso del tiempo se podrá ver hasta dónde han profundizado las estocadas de esta temporada. Estos hechos forman parte de una tormenta que podría provocar una perfecta desestabilización del club, por su naturaleza no lo ha conseguido. De todas formas, tiempo al tiempo.