El victimismo crónico del atletismo

«Es que solo se habla de fútbol y los otros deportes se ignoran». No pasa semana que no oiga una frase de este estilo. Pero estos días ha quedado en evidencia. No hace falta ser un erudito del atletismo para saber que Kenia es una potencia mundial en las medias y largas distancias.
Este fin de semana, los amantes del atletismo teníamos los ojos puestos en el Cross de Elgóibar. El Juan Muguerza, a parte del espectacular duelo entre los aún menores de edad Barega y Kiplimo, nos dejó un podio keniano en categoría femenina: Ruth Jebet (compite internacionalmente con Baréin pero es nacida en Kenia), Agnes Tirop y Lilian Kasait. A pesar de ello, fue otro keniano el que acaparó titulares: Michael Olunga Ogada (Nairobi, 26 de marzo de 1994).
El jugador keniano es un habitual en la selección nacional desde hace un par de años. Está nominado entre los 30 candidatos al Balón de Oro africano. Llegó cedido al Girona este verano del Guizhou Hengfeng chino. Antes jugó una temporada en el Djurgårdens sueco, que lo fichó de Kenia.
Lo caracterizan su altura de (1,90 m) y fuerza. La falta de minutos y goles apuntaban a una despedida este mercado de invierno, pero un cambio en el partido contra Las Palmas por la lesión del uruguayo Christian Stuani, le brindó la oportunidad que estaba esperando.
El rojiblanco firmó un hat-trick contra el equipo canario, ni más ni menos que tres goles en los 45 minutos de los que gozó en el terreno de juego. Contando que había disputado poquísimos minutos con el equipo y el sorprendente resultado (6-0) para un recién ascendido como es el equipo catalán, normal que sea noticia.
Además, Olunga es el primer jugador keniano que marca en La Liga. Hasta se ganó la felicitación del presidente de su país, Uhuru Kenyatta. Y antes de que le saltéis encima, si se explora un poco su cuenta de Twitter también existen felicitaciones a atletas kenianos cuando obtienen algún éxito.
Congratulations Michael @OgadaOlunga for making history as the first Kenyan footballer to score a goal in the @LaLiga; and the first player to score a hattrick for @GironaFC in the Spanish top league. Continue flying the #MagicalKenya flag high. pic.twitter.com/6n4qC2juDG
— Uhuru Kenyatta (@UKenyatta) 13 de enero de 2018
Con esto no quiero decir que no merezca la atención, más bien me gustaría que sirva de reflexión. Si un keniano es capaz de triunfar aquí en un deporte con tanto nivel deportivo y tanta atención mediática como es el fútbol, seguro que los Jebet, Kipruto, Rudisha y compañía podrían ser más conocidos por sus propios méritos deportivos.
Hay que huir del victimismo del «es que no se puede hacer nada contra el poder del fútbol» y pensar qué necesita el atletismo para acercarse a él. Este deporte debe abrirse. El atletismo se disfruta cuando se entiende de él. Aunque cueste admitirlo, la mayoría del público actualmente entendido en atletismo está limitado a los que lo practican, lo han practicado o tienen vínculos familiares con los propios atletas. Pero el potencial es enorme. Solo es necesario ver cómo se llenan las carreras populares que se disputan cada fin de semana o cualquier campeonato con atletas de todas las edades.
En Kenia, el deporte con más seguidores es también el fútbol, pero en el Campeonato del Mundo Sub-18 de atletismo, celebrado el verano pasado en Nairobi, se constató que ambas locuras no son incompatibles.

Ruth Jebet vence en el Cross de Elgóibar 2018 | Daniel Meumann – WangConnection